Con el deseo de llevar una dosis de alegría, fantasía e ilusión a los niños ingresados en el Hospital Universitario de Valladolid, trabajadores de la fábrica de Campofrío en Ólvega (Soria) han participado en una actividad de voluntariado en colaboración con la Fundación Pequeño Deseo para crear auténticos ‘Trajes de Superpoderes’.
Partiendo de una capa, un antifaz, unos brazaletes y algunos accesorios, los voluntarios confeccionaron de forma artesanal originales disfraces que se donaron al centro hospitalario donde serán entregados a los menores para convertirlos en auténticos superhéroes y superheroínas. Los ‘Trajes de Superpoderes’ también llevarán en sus bolsillos las cartas escritas por los trabajadores de Campofrío en Ólvega, con mensajes de apoyo para fortalecer el ánimo tanto de los pequeños como de sus familias.
“Como miembro activo de las comunidades donde estamos presentes, deseamos fomentar el voluntariado corporativo con actuaciones que proyecten valores positivos y la sensibilización social de nuestros empleados ante situaciones tan especiales como las que viven los niños hospitalizados”, afirma Luis Alberto Sanz, director de la fábrica de Campofrío en Ólvega.
En este sentido, Benedetta Falletti, directora de proyectos de Volies y de Directora de Voluntare, Red de Voluntariado Corporativo de la que, tanto Campofrío como su grupo matriz, Sigma, forman parte, señaló que “la transformación social empieza cuando cada persona se reconoce como agente de cambio. Solo conociendo nuestra sociedad, comprendiendo sus retos y necesidades, podemos generar el impacto que realmente deseamos. En ese camino, el voluntariado corporativo es una herramienta única: conecta a las empresas con las personas y les brinda la oportunidad de pasar de la intención a la acción”.
La Fundación Pequeño Deseo nació hace 25 con el propósito de cumplir los deseos de niños y adolescentes con enfermedades graves y tratamientos complejos, ofreciéndoles apoyo anímico a través del cumplimiento de su mayor deseo -vivir experiencias inolvidables, tener algo o conocer a personas especiales- con el objetivo de generar emociones positivas que tienen un impacto directo en su bienestar y en la forma de afrontar su enfermedad.
“A través de los trajes de superpoderes, los voluntarios y voluntarias de Campofrío transmiten ánimo, fuerza y cariño a los niños y niñas hospitalizados del Hospital Universitario de Valladolid. Con cada capa y cada antifaz contribuyen a cumplir deseos, nuestra principal misión. Es un gesto sencillo, pero con un poder enorme: el de transformar la ilusión en parte de la cura”, explica Leticia Fernández, directora de Captación de Fondos en Fundación Pequeño Deseo.


