En los últimos cinco años, el voluntariado corporativo ha madurado, se ha expandido y se ha consolidado como una herramienta clave de gestión interna, impacto social y reputación corporativa, y más del 93% de las organizaciones confía en que su programa de voluntariado crecerá en los próximos años, consolidándolo como pilar estructural de su estrategia social y de gestión del talento. Este impulso responde a un cambio de paradigma pasando de entender el voluntariado como una acción aislada, a convertirse en una palanca de transformación cultural y social dentro de la empresa.
Estas conclusiones se desprenden del ‘Informe Voluntare 2025‘, presentado con motivo del Día Internacional del Voluntariado que se celebra este 5 de diciembre. El análisis, realizado en colaboración con la Universidad de Almería, y con el apoyo de Voluntariado CaixaBank, Fundación Repsol y Fundación Telefónica, recoge información de 236 organizaciones de Europa y Latinoamérica, y se publica en vísperas del lanzamiento de 2026 como Año Internacional de los Voluntarios para el Desarrollo de Naciones Unidas.
“El voluntariado corporativo ha pasado de ser un gesto altruista a convertirse en una herramienta estratégica que genera valor compartido: para la empresa, para las personas y para la sociedad”, resalta la directora de Voluntare, Benedetta Falletti, que ha explicado que un dato que refuerza esta integración en la estrategia es el hecho de que casi el 97% de las organizaciones ofrece voluntariado en horario laboral, frente al 82% en 2015.
La tercera edición del informe, que se realiza con carácter quinquenal desde 2015, analiza cómo ha evolucionado la participación de los empleados en el voluntariado corporativo. Del estudio se desprende el crecimiento en los diez últimos años: el 77% de las organizaciones moviliza a más del 10% de su plantilla (frente al 29%). Además, el 45% de las empresas moviliza al 20% de sus empleados, lo que se traduce en que en casi la mitad de las empresas uno de cada cinco trabajadores participa en acciones de voluntariado corporativo.
“La participación es fundamental para poder llegar a más personas beneficiarias y, en nuestro caso, abrimos el voluntariado a toda la sociedad para que cualquier ciudadano pueda implicarse en las actividades que, durante el año, ponemos en marcha en todo el país gracias a la capilaridad territorial que nos caracteriza”.
Jordi Pastó, director de Impacto Social y Voluntariado CaixaBank
El ‘Informe Voluntare 2025’ recoge que el voluntariado corporativo refleja, a su vez, un compromiso ético y social de las empresas europeas y latinoamericanas con su entorno, como muestra que casi el 99% lo promueva por responsabilidad social y el 98% lo oriente a causas valoradas por grupos de interés. Además, casi el 96% de los empleados consideran que pueden poner en valor su solidaridad a través de voluntariado, frente al 81% en 2015.
Entre los principales beneficios identificados, las compañías destacan su papel en el desarrollo de competencias (97%), el fortalecimiento del orgullo de pertenencia y la motivación (97,7%) y que, además, promueve las relaciones y el compromiso de la organización con la comunidad y el entorno (98,4%).
Alineación estratégica e impacto en el talento
El análisis recoge, también, que en el 99,2% de los casos el voluntariado está alineado con valores corporativos y en el 99,6% con necesidades de la comunidad. Asimismo, las actividades realizadas aparecen vinculadas casi en un 94% de los casos a los ODS 4 (educación de calidad) y 10 (reducción de las desigualdades).
El informe arroja, asimismo, entre sus principales conclusiones que el 91,5% de las empresas impulsa el voluntariado para mejorar su capacidad futura de atracción de talento y que en el 62,5% ofrece a los voluntarios oportunidades de liderazgo dentro de los programas de voluntariado. El 59,8% de las organizaciones considera adecuada la formación adecuada a los voluntarios para desempeñar su misión.
“En Fundación Repsol acompañamos al entorno social y a las personas en situación de vulnerabilidad, para adaptarse al nuevo entorno energético buscando oportunidades que les permitan desarrollarse y, al mismo tiempo, poner en valor el compromiso y contribución de nuestros voluntarios”-
Pilar Pellés, responsable de Voluntariado Corporativo de Fundación Repsol
Por otro lado, recoge que el 91% de los programas de voluntariado corporativo disponen de un presupuesto específico y el 61% reporta alta participación directiva. Además, el estudio expone que el 47% de las organizaciones tiene un plan de comunicación Externa e Interna y que el canal de comunicación más utilizado por nueve de cada diez compañías para difundir los programas y actividades de voluntariado es el correo electrónico.
Retos y oportunidades
El informe identifica, al mismo tiempo, barreras en el avance del voluntariado corporativo y entre ellas apunta a la falta de recursos económicos, la escasez de proyectos de interés y la necesidad de profesionalizar la gestión.
En el análisis a futuro, el informe recoge que está previsto un crecimiento moderado–alto del voluntariado en las empresas europeas y latinoamericanas en cinco años y una mayor integración en la estrategia social, lo que hará aumentar los recursos y la formación interna y, al mismo tiempo, se espera una fuerte expectativa de mejora del vínculo con la comunidad. Entre las prioridades destacan la formación de gestores y la mejora en la medición del impacto social y ambiental.
Asimismo, el estudio identifica tres grandes tendencias que marcarán el futuro inmediato del voluntariado corporativo: la digitalización y el voluntariado virtual impulsado tras la pandemia, un modelo híbrido que se ha consolidado como una modalidad permanente.
"En Fundación Telefónica, por nuestro ADN, queremos explorar las oportunidades que ofrece la tecnología al voluntariado, para lograr el máximo impacto social en las personas: ello incluye el diseño inclusivo y ético de la tecnología, la reducción de brechas digitales, o el acercamiento de carreras STEM a mujeres".
Inés Temes, directora de Innovación Social, Educación, Empleo y Voluntariado de Fundación Telefónica
En segundo lugar, el voluntariado basado en las habilidades y/o conocimientos técnicos de los voluntarios gana peso a medida que las empresas apuestan por conectar las competencias profesionales con causas sociales para aumentar su impacto.
En tercer lugar, la cultura de alianzas se consolida como un rasgo característico de los programas actuales, siendo la colaboración con entidades sociales, comunidades locales y otras empresas un aspecto clave para generar impacto sistémico.
Europa y Latinoamérica avanzan con enfoques complementarios
El informe detecta ciertas diferencias regionales que enriquecen la visión global del fenómeno. En Europa, el reto pasa por movilizar más voluntarios, reforzar la innovación y seguir aumentando el compromiso de la alta dirección; en Latinoamérica, el foco está en profesionalizar la gestión y ampliar los recursos. Aunque ambas regiones coinciden en priorizar la tecnología, la formación de gestores y la medición del impacto social, así como en integrar el voluntariado en la cultura corporativa.
Por último, en un capítulo dedicado a la respuesta del voluntariado ante crisis y emergencias, el informe recoge que hay una mayor participación y movilización en circunstancias excepcionales y que existe una rápida capacidad de respuesta por parte de las empresas ante las emergencias, así como un presupuesto específico. Además, señala que, en estos casos, el voluntariado en remoto crece y se consolida y que las organizaciones tienen planes de respuesta preparados ante posibles eventualidades.
“Este informe no solo retrata el presente del voluntariado corporativo, sino que marca el rumbo futuro hacia un modelo más profesional, participativo y transformador”.
Juan Ángel Poyatos, fundador de la red Voluntare



