La mitad de los organismos públicos en Europa tiene previsto implantar un programa de voluntariado este año, de acuerdo a la encuesta realizada por la Comisión Europea en 2014, en el marco del estudio “Employee Volunteering and employee volunteering in Humanitarian Aid in Europe” (“Voluntariado Corporativo y Ayuda Humanitaria en Europa”).
La implicación de las administraciones públicas a través del Voluntariado Corporativo genera confianza entre los ciudadanos y proporciona una vía de acercamiento a los problemas de las personas que integran las sociedades en las que, y por las que, trabajan.
Ahora bien, ¿qué se está haciendo en España? Las competencias en materia de voluntariado están transferidas a las comunidades autónomas, que han desarrollado sus propias normativas, en algún caso, como en Navarra, recogiendo la posibilidad de apoyar a las entidades de voluntariado, no sólo con recursos materiales sino con la “cesión temporal, suficientemente motivada, con dedicación plena o parcial, de personal perteneciente a las Administraciones Públicas”.
Detallamos a continuación cinco formas de facilitar la realización de voluntariado corporativo a los empleados públicos:
- Licencias para la realización de misiones: Consiste el ofrecimiento de permisos, por un plazo determinado, para la realización de una misión en países en vías de desarrollo, con limitaciones que vienen dadas por las necesidades del servicio o con un tope de duración acumulada, que suele ser de un año de cada cinco. Esta opción la recogen en sus convenios colectivos entidades públicas como el Consorcio Hospital General Universitario de Valencia, la Comunidad Autónoma de las Illes Balears, el Consejo de Administración del Patrimonio Nacional o la Agencia Estatal de Administración Tributaria.
- Incidir en el régimen de jornada de trabajo: ya sea facilitando la posibilidad de adaptar el horario, ya a través de una reducción de jornada. El servicio catalán de salud, CatSalut contempla la opción de adaptar el horario sin reducción de jornada o de reducir la jornada, con un mínimo de media hora y un máximo de la mitad, para realizar voluntariado en organizaciones de cooperación y solidaridad, también con unos límites concretos.
- Día del Voluntariado: es la opción más utilizada por casi la mitad de los empleadores públicos en Europa y consiste en ofrecer a los funcionarios un catálogo de acciones para realizar voluntariado, que se organizan en torno a un día o semana concreta del año.
- Voluntariado basado en el desarrollo de habilidades: el preferido por los responsables de Recursos Humanos porque el programa de voluntariado se puede diseñar específicamente para adquirir y ejercitar una serie de competencias concretas entre los empleados participantes. Además, conviene saber que la Plataforma de Voluntariado de España ha desarrollado el sistema VOL +, para certificar la adquisición de sus competencias y que éstas se puedan incorporar en el currículum de los voluntarios.
- Ofrecer a los empleados entidades de voluntariado “paraguas”, a través de las cuales puedan conocer una oferta de iniciativas de voluntariado a las que sumarse. Ésta es una de las medidas de promoción del voluntariado que desarrolla el área de Recursos Humanos de la Comisión Europea.
¿Habíamos dicho cinco? En realidad, las posibilidades son infinitas… porque, de hecho, si queremos un programa de voluntariado corporativo eficiente, debe estar diseñado a medida, teniendo en cuenta la estrategia global de la entidad, las necesidades de su entorno, las capacidades de su equipo y, por supuesto, la voluntad por participar.
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