Además, se trata de un fenómeno que en los últimos años ha empezado a penetrar en las empresas, en el marco de sus políticas de responsabilidad social corporativa, alimentado por las nuevas sensibilidades que han ido surgiendo en la esfera económica.
Promover, incentivar y canalizar el potencial de los trabajadores de una empresa, en beneficio de las necesidades de la comunidad, a través de la acción de las organizaciones del tercer sector, es el objetivo del Voluntariado Corporativo. Sin embargo, no hay una definición única de Voluntariado Corporativo, y además existe un importante debate en el seno de muchas organizaciones del tercer sector con relación al fenómeno y a su denominación. Algunos sectores prefieren otros términos, como el voluntariado vinculado a la responsabilidad social de la empresa o el apoyo corporativo al voluntariado. Uno de los elementos que centra el debate es, precisamente, la cuestión de la gratuidad, así como las motivaciones que llevan a la empresa a emprender este tipo de iniciativas.
Existen, además, múltiples formas de abordar el Voluntariado Corporativo. Como pone de relieve un reciente informe sobre el Voluntariado Corporativo en España, elaborado por la Fundación Adecco y el Club de Excelencia en Sostenibilidad, las fórmulas más utilizadas en nuestro país son la contribución conjunta a causas; la organización de eventos, como el Día del Voluntariado, y las iniciativas puntuales. El peso de estas fórmulas de participación parece indicar que las actividades de voluntariado tienen todavía un carácter más bien puntual y que responden todavía, sin ánimo de ser excesivamente simplistas o generalistas, a modelos tradicionales, más cercanos a la filantropía.
Como analiza el mismo estudio y corroboran los casos analizados en el presente libro elaborado por el Instituto de Innovación Social, El Voluntariado Corporativo en España, ello puede explicarse porque, a pesar del interés creciente que suscita, incluso en estos tiempos de crisis y de severas reformas, el Voluntariado Corporativo es todavía un tema reciente, aunque relevante y en pleno auge, en la agenda de muchas empresas y organizaciones del tercer sector.
Son varios los estudios que demuestran e ilustran los beneficios que puede aportar el Voluntariado Corporativo a cada uno de los tres actores implicados, esto es, la empresa, los propios voluntarios y las organizaciones del tercer sector, en representación de la comunidad. Sin embargo, la organización y estructuración de las políticas de Voluntariado Corporativo, así como el desarrollo de las iniciativas que conllevan, presentan una complejidad nada desdeñable. Esto se debe a múltiples y diversos factores, como son la diferencia cultural entre las empresas y las organizaciones no lucrativas (ONL); la necesidad de conciliar tres lógicas distintas, con sus aspiraciones y expectativas; las resistencias internas, tanto en las empresas como en las ONL; la falta de instrumentos adecuados de medición de resultados; la falta de conocimiento, y, sobre todo, la importancia de lograr un impacto social certero.
El estudio ahonda en esta complejidad, y lo hace desde la perspectiva tanto de las empresas y sus voluntarios, como de las propias organizaciones del tercer sector, para profundizar en sus percepciones y procesos. Sin duda, nos hallamos ante un fenómeno nuevo, muy arraigado en la cultura anglosajona, pero que empieza a penetrar en nuestra cultura y requiere un proceso de adaptación y aprendizaje. Un fenómeno que, además, está en constante evolución y que durante 2011, con motivo del Año Europeo del Voluntariado, ha experimentado un desarrollo sin precedentes en lo que concierne a la producción y difusión de conocimientos. Podríamos pensar que se trata de «la nueva moda» en las empresas y en sus políticas de responsabilidad corporativa, como apuntan algunas voces más críticas. Sin embargo, desde el Instituto pensamos que, atendiendo a las ventajas y a los beneficios que reporta cuando se hace con una clara orientación a resultados y, en definitiva, al impacto social que puede generar, esta «moda» difícilmente pasará. Por ello, pensamos que, a pesar de los retos, las dificultades e incluso los interrogantes que plantea, cabe mirar hacia el futuro con optimismo, porque se trata de una apuesta llena de oportunidades.
Esperamos que este estudio sea de vuestro interés y que os sirva en vuestro trabajo. En él hemos intentado ofrecer conceptos y ejemplos que consideramos importantes para mejorar la comprensión del Voluntariado Corporativo, con el fin de reforzar sus virtudes, afrontar los retos que plantea y, en definitiva, mejorar sus perspectivas de impacto social. Nuestro objetivo es, precisamente, contribuir a construir una sociedad mejor, así como ofrecer ideas y propuestas que esperamos que sean provechosas para avanzar hacia un mundo más justo y sostenible.
Por Beatriz Sanz, investigadora del Instituto de Innovación Social de ESADE y coautora de la publicación.
Más información:
- Descargar el estudio en PDF: El voluntariado corporativo en España. Modelos y perspectivas de impacto social, Beatriz Sanz, Mar Cordobés y Adrià Calvet.
- Web del Instituto de Innovación Social de ESADE.
Fuente: Instituto de Innovación Social