Repsol y su Fundación han celebrado la primera edición de la Semana Internacional de Voluntariado Repsol bajo el lema “Súmate a la energía social”. Del 26 de noviembre al 2 de diciembre de 2018 se organizaron más de 80 actividades en 22 países. Durante esos días, casi un millar de empleados y jubilados de la compañía han sumado su energía social y han logrado beneficiar a más de 12.000 personas.
Los empleados Repsol no son nuevos en el voluntariado. Solo en 2017 sus actividades beneficiaron a más de 34.000 personas. Sin embargo, aunque “el voluntariado es un gran movimiento, a veces resulta invisible”, explica Lola Zamarra, directora del Área Social y de Voluntariado de Fundación Repsol. Por eso, añade, “con esta semana hemos querido hacerlo visible y reconocer su labor silenciosa”.
La energía social de Repsol
Desde la empresa se promueve la participación de sus empleados en el programa, que se considera un eje de valor estratégico. De acuerdo a Arturo Gonzalo, director de Personas y Organización de Repsol, “nos ocupamos del voluntariado porque si no, no seríamos como queremos ser como Compañía”. A través de acciones como la Semana Internacional de Voluntariado Corporativo “Repsol es la mejor versión de sí misma”.
Por su parte, Ignacio Egea, vicepresidente de la Fundación Repsol, valora el eco que se logra a través del Voluntariado Corporativo: “lo importante del voluntariado es su capacidad para transformar a las personas, de esta forma se transforman las compañías y por tanto a la sociedad».
Voluntarios Repsol, por los ODS 2 y 4
Desde Repsol se apostó por el protagonismo de los empleados voluntarios en su primera Semana Internacional. Fueron ellos quienes, a través de una encuesta interna, seleccionaron los dos Objetivos de Desarrollo Sostenible hacia los que se sienten más inclinados: el ODS 2, Hambre Cero, y el ODS 4, Educación de Calidad. Y en ellos se han centrado las más de 80 actividades organizadas en colaboración con 70 entidades.
En concreto, en materia de alimentación, los voluntarios han podido contribuir a su consecución participando en campañas de recogida de alimentos, apoyando en desayunos y cenas en comedores sociales o arremangándose para mejorar infraestructuras.
En cuanto a la educación, han enseñado su idioma a refugiados e inmigrantes recién llegados, han mejorado las competencias de jóvenes desempleados y personas en riesgo de exclusión social, han apoyado a estudiantes con dificultades o fomentado la lectura y el uso de nuevas tecnologías.
Dada la complejidad logística del evento, desde Repsol se destaca el importante papel jugado por los empleados que actuaron como embajadores de la iniciativa. Su compromiso e implicación hicieron posible el adecuado flujo de información y contribuyeron al éxito de las actividades.
Y no ha sido fácil. Han desarrollado y traducido a tres idiomas un total de 18 guías para facilitar la labor de los voluntarios y de las entidades, en las distintas áreas en las que han intervenido.