Más que ser parte de la lista de lineamientos sobre Responsabilidad Social Empresarial (RSE), hoy día el Voluntariado Corporativo se ha convertido en el rostro humano de toda gran empresa. La importancia de esta práctica –más común en las multinacionales, pero no ausente en las corporaciones locales- se evidencia en la trascendencia de la misma hacia territorios foráneos.
Por ejemplo, en ciertas situaciones de emergencia, como en el proceso de recuperación post terremoto en Haití en el 2010, en el que participaron numerosos empleados de empresas dominicanas incentivados por los departamentos de Recursos Humanos de las mismas.La práctica del Voluntariado Internacional Corporativo tiene muchas bondades. De acuerdo con Elena Cornejo, gerente de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y Patrocinios de Scotiabank en El Salvador, los colaboradores que han participado en este tipo de programas concuerdan en que se trata de una experiencia de desarrollo personal y profesional gratificante, mediante la cual se alimentan ciertas actitudes como el liderazgo, la colaboración y la relación intercultural. Y es que la entidad bancaria multinacional ha realizado actividades de Voluntariado Internacional en países en vía de desarrollo como Guyana, Jamaica y El Salvador, inclusive.
Acciones de impacto. “Nuestros colaboradores están comprometidos a generar un cambio positivo y sustentable haciendo uso de sus conocimientos de manera tal que sean beneficiosos para la comunidad y el medio ambiente”, expresa Arnoldo Carranza, vocero regional de la corporación de servicios Courier DHL, que organiza la Semana Mundial del Voluntariado en más de 100 países.
En Costa Rica, por ejemplo, los proyectos de DHL responden a la política global de RSC de DHL que abarca tres áreas específicas. Éstas son, “Go Green”: protección al medio ambiente y reducción del impacto humano en el mismo, “Go Help”: ayuda al desarrollo de las comunidades y “Go Teach”: apoyo a la educación y a la equidad de oportunidades para la población.
A pesar de la presencia de esta empresa en un conjunto de países con distintos niveles económicos, se reconoce que la implementación de estos pilares es aún más necesaria en países como los de Centroamérica y en República Dominicana.
Para Karla Ramos, del departamento de Comunicaciones de Telefónica en El Salvador, “la idea es generar acciones de impacto que ayuden a transformar la vida de las sociedades en las que estamos”.
El grupo Voluntarios Telefónica se desarrolla en 19 países de Latinoamérica y Europa. En esta región, las acciones o programas tienen que ver con la erradicación del trabajo infantil y el aumento de la calidad educativa. Los proyectos llevan por nombre Vacaciones Solidarias, Escuelas Amigas y Aulas Fundación Telefónica, entre otros.
La receptividad de los colaboradores es indispensable para que el desarrollo de estos proyectos sea efectivo. En el “Día del Voluntariado Telefónica” participan más del 70% de los empleados y se movilizan aproximadamente 10 mil trabajadores de las oficinas de los distintos países.
“Durante 2011, un total de 26 689 voluntarios participó en alguna actividad o campaña en el mundo. Esto representó un total de 113 000 horas de labores solidarias en la realización de 1459 iniciativas de voluntariado con las que beneficiaron cerca de 270 000 personas”, señala Ramos.
Harold Escobar es un empleado de Telefónica en El Salvador que participó en el programa Vacaciones Solidarias de este año. Mediante éste, él donó dos semanas de sus vacaciones de trabajo para trabajar en una de las escuelas Proniño en Bucaramanga, Colombia. “Fue una experiencia muy gratificante conversar y conocer a muchas personas de diferentes países a la vez y poder todos ayudar a los niños y niñas apadrinados por la fundación”, señaló.
Arnoldo Carrozo señala que durante el 2012 la empresa que representa apoyará varios proyectos a través del voluntariado. Entre ellas, brindará apoyo a la organización Un Techo Para Mi País, a través de cuya gestión, los empleados de DHL colaborarán en la construcción de viviendas. También brindará ayuda a Moviendo Esperanzas con la distribución de más de 700 sillas de ruedas en toda Costa Rica.
Por otro lado, con el programa “Scotiabank Iluminando el Mañana” la entidad bancaria aplicará su estrategia de RSC con enfoque en sus colaboradores en temas como el Medio Ambiente y la Inversión en las Comunidades. Telefónica continuará brindando apoyo a la educación de los países donde está presente y a las campañas anti bullying de la Secretaría de Inclusión Social de El Salvador.
Además de los principales resultados obtenidos por medio de su Plan de Vida Sostenible, implementado como programa de responsabilidad social, Pérez está consciente del impacto que pueden generar estas acciones y más aún si son comunicadas de la mejor forma. “Cada día 2 mil millones de personas en el mundo tienen contacto con nuestras marcas. En el 99% de los hogares de Centroamérica hay un producto de Unilever”, cita al respecto.
En el caso de Industrias La Constanciade El Salvador (ILC), el director de Relaciones Corporativas y Desarrollo Sostenible, Mauricio Chavarría, asegura que una forma de medir el impacto que generan las acciones de RSE emprendidas por la empresa, es por medio de la reputación que la compañía ha logrado en el país.
Muyshont, asegura que el tener muy bien definida la estrategia de marca y sus objetivos, orienta a los principios mercadológicos que se tienen que seguir en una campaña de RSE. Apoyar la causa que se convertirá en imagen de la empresa, es determinante.
De Alfaro, por su parte, indica que la promoción de las relaciones basadas en la integridad, justicia y honestidad, son parte de una herramienta de mercadeo.
Ante esto, Muyshont sostiene, que la coherencia del mensaje que se comunica o causa que se apoya, con las acciones de la empresa, se vuelve determinante a la hora de generar credibilidad con este tipo de campañas de RSE.
Fuente: Maribel de los Santos. Revista Mercados & Tendencias