El programa de Voluntariado Corporativo de Fundación Cajasol echó a andar el 19 de febrero de 2007, hace ya diez años. Una década que la Fundación ha celebrado por todo lo alto en el marco de su Encuentro Anual de Voluntariado, al que asistieron más de 100 voluntarios, una buena representación de los 400 que moviliza el programa.
El lema elegido: “2007-2017, ¡qué pronto pasan los años!” busca reconocer todo el tiempo que los voluntarios y las voluntarias de Fundación han llenado de contenido altruista y que, por eso, pasa volando.
María Gómez, voluntaria del programa, dirigió el acto, que contó con representación institucional: Francisco Galván, coordiandor de voluntariado de Fundación Cajasol, Rosario Jiménez, presidenta de la Plataforma del Voluntariado Social de Sevilla, y Rosa Torres Ruiz, directora general de Participación Ciudadana y Voluntariado de la Junta de Andalucía.
Repaso a una década de voluntariado corporativo
Los asistentes pudieron disfrutar de un vídeo conmemorativo, basado en más de 100 instantáneas representativas de la multitud de acciones realizadas en los últimos diez años por los empleados voluntarios.
Después, el presidente de la Plataforma del Voluntariado, Armando Rotea, puso en valor esta labor con una ponencia titulada “Impacto del Voluntariado de la Fundación Cajasol en el Voluntariado Andaluz”. Rotea remarcó el elevado número de entidades sociales andaluzas que se han beneficiado de la experiencia, formación, conocimientos y energías de las personas que forman el Voluntariado de la Fundación Cajasol.
Voluntariado Corporativo y familiar
El momento cumbre llegó con la intervención de los voluntarios, en un formato muy novedoso, a la altura de la situación: una original tertulia de dos matrimonios dedicados al voluntariado, que contó con la moderación de Manuel García Carretero.
La fórmula elegida no fue casual. Con ella se pretendió poner de relieve una seña de identidad del programa de Voluntariado Corporativo de Fundación Cajasol: los empleados voluntarios arrastran también a sus familias.
Los matrimonios que dieron testimonio de este matiz familiar fueron los integrados por Francisco Ramírez-Cruzado (empleado prejubilado de Cajasol) y su mujer, Ana Marqués, y Macarena Losana (empleada prejubilada de Cajasol) y su marido, Antonio Moreno. Dos parejas con mucho recorrido en el Voluntariado de Cajasol.
A continuación, técnicos de la Plataforma del Voluntariado organizaron un taller práctico para grupos, titulado “Hábitos de mi Voluntariado”. Sus conclusiones demostraron que todos compartimos esos hábitos y los ponemos a diario en práctica. Pero, también, que siempre es bueno reflexionar sobre ellos en voz alta.
Recorrido en bici por diez años de trayectoria
El colofón al encuentro lo puso el vídeo protagonizado por otro matrimonio de voluntarios, el de Mercedes González y Miguen Ángel Parra, que, ataviados de ciclistas, recorrieron distintas entidades sociales en las que prestan servicios voluntarios para recoger sobres y, con ellos… ¿quieres saberlo? Mira el vídeo: