Definir indicadores y medir las acciones, las claves para mejorar un programa de Voluntariado Corporativo
Seguimos profundizando en la medición del Voluntariado Corporativo, y este post lo dedicamos al sistema de registro de datos que se recomienda implementar para la gestión del programa de Voluntariado Corporativo. Como ya comentamos en el post «Otra forma de medir el impacto del voluntariado» hace unas semanas, vamos a dedicar diferentes entradas de este blog al tema de la medición del Voluntariado Corporativo.
Hoy os presentamos un documento de Points of Light titulado Employee Volunteer Program Reporting Standards, que hace un detallado recorrido sobre los datos a tener en cuenta en un programa de Voluntariado Corporativo (VC). En un programa de VC ¿por qué es importante la medición?. Disponer de un estándar de medición es fundamental para comprender cómo evoluciona el programa y poder compararlo con el de otras empresas. Sólo disponiendo de datos objetivos, el equipo que gestiona el programa de VC podrá identificar las oportunidades de mejora y aplicar los recursos disponibles -que casi siempre serán escasos- de forma eficiente. Veamos cuáles son los pasos a seguir según el estudio de Points of Lights.
1- Definir actividades, recursos y actores del programa
Para elaborar este mapa de indicadores, el primer paso consiste en definir qué se incluirá en el programa de Voluntariado Corporativo:
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Actividades: cuáles se incluirán y cuáles no en este reporte. ¿Qué requisitos debe cumplir una actividad para ser incluida? ¿Basta con que participe un empleado?
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Recursos dedicados al Voluntariado Corporativo: a su gestión (personas y presupuesto), horas de voluntariado en jornada laboral, donación de producto relacionado con el voluntariado, aportaciones a ONG…
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Voluntarios: ¿cómo se define un Voluntario Corporativo en esta empresa? ¿Qué requisitos debe cumplir? ¿Y el voluntariado en su tiempo libre? ¿Y si es un familiar o un prejubilado?
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Socios (ONG o administraciones públicas): que colaboran en el programa de VC de la empresa.
2 – Definir los datos
Tras tener claro dónde empieza y termina nuestro programa de Voluntariado Corporativo, el siguiente paso es identificar qué datos vamos a medir. Habrá que definir exactamente cada dato considerando su fuente y la frecuencia con la que los actualizamos:
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Número de socios, número de entidades sociales que han facilitado, como mínimo, una acción de voluntariado a la empresa en los últimos doce meses.
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Tipo de voluntariado, para cada actividad de voluntariado y voluntario que se implica diferenciar entre voluntariado tradicional, voluntariado profesional, rol de liderazgo en voluntariado o «voluntario invitado», este último para familiares y personas que no pertenecen a la plantilla.
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Área de actuación, clasificar cada actividad según la categoría de intervención a la que pertenezca: personas con discapacidad, infancia, salud, empleo, personas mayores…
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Horas de voluntariado, este estudio no solo recomienda registrar la horas de voluntariado realizadas dentro del programa, sino diferenciar cada hora a nivel de actividad y voluntario entre:
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Realizada en jornada laboral o no
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Realizada en una actividad impulsada por la empresa o no
En la medición de este dato es fundamental evitar duplicidades y eso requiere cierto control.
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Perfil de los voluntarios, se debería registrar a cada voluntario y tener los siguientes datos: localidad, edad, división de la empresa, tipo de relación laboral (empleado, prejubilado, en prácticas…), años en la empresa, nivel de cargo…
3 – Definir la batería de indicadores
Tras conseguir todos los datos, llega el tercer momento: presentar los indicadores para poder evaluar y compartir los resultados del programa de Voluntariado Corporativo. Hay diferentes grupos de indicadores que se pueden confeccionar:
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En primer lugar, se elaborará un perfil de la empresa que recoja algunos datos básicos como número de plantilla o cifra de ingresos para poder enmarcar el resto de indicadores en la realidad de la compañía.
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Se puede hacer una métrica en base económica: la empresa informa de los euros invertidos en el programa de VC, en términos absolutos o en términos relativo comparándolos con la cifra total de inversión en la comunidad o con el volumen de beneficios o ingresos de la empresa.
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Se pueden dar datos globales: un indicador frecuente es el número total de voluntarios de la empresa, en términos absolutos o relativo comparándolo con el total de plantilla. Otro dato muy común es el número total de horas de voluntariado realizadas en un periodo de tiempo. También se puede registrar el número de actividades realizadas
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Se pueden dar datos desagregados: los datos anteriores se pueden presentar diferenciando por el tipo de voluntariado realizado (tradicional, profesional o liderado).
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Se puede considerar el grado de apoyo de la empresa: los datos globales también se pueden desagregar entre los que han tenido apoyo de la empresa y los que no. Por ejemplo, las horas de voluntariado se pueden segmentar entre horas en jornada laboral o en tiempo libre, o entre horas en actividades impulsadas por la empresa o no.
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Se puede hacer una valoración económica de las horas de voluntariado realizadas. Si las horas se han realizado en jornada laboral es más fácil este cálculo porque la empresa puede tener la información necesaria para realizar dicha valoración. En EE.UU. cuentan entidades que calculan el valor económico de una hora de voluntariado, incluso de diferentes tipos de voluntariado.
Es cierto que este proceso de medición de resultados no llega a medir el impacto que estos programas tienen en la comunidad donde se desarrollan. La medición de impacto a nivel de un programa completo de Voluntariado Corporativo es compleja porque es difícil medir a la vez el impacto de una jornada medioambiental y un servicio probono en comunición.
Fuente: Fundación Hazloposible