Un manual honesto sobre voluntariado corporativo

Inmejorable planteamiento en que se posiciona a la hora de abordar el voluntariado corporativo, “la empresa y la sociedad son hoy en día interlocutores naturales con un futuro compartido, que encuentran en la Persona (con mayúscula) el eje de su diálogo…”.

En esta misma línea, apuesta por una relación entre empresas y ONG más allá de las actividades cotidianas y de las disputas frecuentes, opta por que una acción social empresarial que persiga una estrategia a medio-largo plazo y que dé respuesta a las necesidades del entorno de la empresa.

Aspectos más relevantes

Las prácticas recogidas no son una recopilación de éxitos, sino que describen las dificultades que han surgido y cómo se han solventado. Además, se hace un énfasis especial en los indicadores de gestión que ha utilizado la empresa, más allá de los beneficios logrados.

Entre estas prácticas, se recogen casos de empresas que no son habituales en voluntariado corporativo, como Sanca o Qualitynova. Es importante reflejar el trabajo que están haciendo las empresas medianas y pequeñas, para que pueda animar a otras empresas similares a trabajar en la RSC y la acción social.

Relación entre empresas y ONG

En las páginas dedicadas a la relación entre empresas y ONG, destacan algunas recomendaciones, como que el paso previo para construir esta relación es que exista un buen entendimiento entre las entidades. Si no se da esa buena relación, es mejor parar o ralentizar la alianza. También destaca el análisis de riesgos que se hace, tanto para empresas como para ONG, como consecuencia de su colaboración. En muchas ocasiones, se destacan los beneficios y no se mencionan estos riesgos, cuya contemplación y gestión es clave para una relación fructífera entre ambas partes.

Gestión del voluntariado

En el apartado dedicado a la gestión del voluntariado, se destaca y pone en valor el trabajo realizado por parte de las ONG, en muchas ocasiones olvidado. Los pasos previos a la actividad, como son la selección, la incorporación o la formación, son fundamentales tanto para la persona voluntaria como para el éxito del proyecto. Echamos en falta en este itinerario del voluntario una mención al reconocimiento por la labor realizada, más allá del seguimiento y el acompañamiento. Consideramos vital reconocer el trabajo y el esfuerzo realizado.

Un aspecto que no se menciona y consideramos fundamental a la hora de generar relaciones exitosas entre ONG y empresas es la fijación conjunta de objetivos y la adopción de un sistema de medición consensuado. Las dos partes deben compartir qué significa que el programa haya tenido éxito, para que los resultados sean analizados por las dos partes con criterios comunes.

Como conclusión, un trabajo de lectura recomendada, casi obligatoria, para quien quiera poner en marcha o perfeccionar un programa de voluntariado corporativo.

Fuente: Fundación Hazloposible

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