El primer día pudieron visitar a algunas familias beneficiarias del proyecto donde pudieron conocer la realidad en la que viven los beneficiarios, y poder conocer que su ayuda y apoyo tiene un buen resultado.
Estuvieron con una de estas familias, la cual les contó lo importante que ha sido para ellas la oportunidad de formarse y poder aprender un oficio «Aprendí a hacer estos dulces gracias a la formación pastelería. Luego, en mi casa, es donde puedo practicar lo que he aprendido en el taller, por ejemplo ayer pude preparar dulces y de casualidad pasó una vecina para visitarme y le gustó lo que he aprendido y probó. Me ha pedido que prepare una cantidad para llevarla a su familia, y gracias a este primer pedido he conseguido dinero para comprar materia prima con la que he cocinado estos dulces que estáis comiendo ahora y así ver lo que he aprendido» dijo la «madre» beneficiaria del proyecto. «Después de terminar la formación quiero vender mis productos de pastelería que preparé en casa y que mi marido sea el responsable sobre la venta y así tengamos recursos económicos».
Al día siguiente Laly, voluntaria de Accenture, visitó uno de los proyectos y nos dio su testimonio: «Ha sido mucho más de lo que podía esperar. Hemos podido comprobar que su trabajo es increíblemente importante para el desarrollo socio económico de la región».
Seguiremos contándoos este viaje, y el proyecto.
Fuente: CODESPA